En el año 2010, la terapia de ondas de choque extracorpóreas de baja intensidad (Li- ESWT) se utilizó por primera vez como un enfoque de tratamiento novedoso y mínimamente invasivo para la disfunción eréctil. Dentro del ámbito de la medicina sexual ha habido un enorme interés por LiSWT en el tratamiento de la disfunción eréctil con un puñado de estudios preclínicos seguidos de varios ensayos clínicos y metaanálisis ya publicados.
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ToggleEs importante hacer mención que la Terapia de ondas de choque de baja intensidad (LiSWT) es recomendada para la disfunción eréctil vasculogénica, es decir aquella cuyo origen se deba a enfermedades como la diabetes mellitus, la hipertensión, la hiperlipidemia, el tabaquismo crónico o la enfermedad vascular oclusiva.
Actualmente hay 3 tipos de generadores LiSWT disponibles en el mercado; electrohidráulica, electromagnética y piezoeléctrica. Aunque difieren en la fuente de energía que genera la onda de choque, las acciones mecánicas de los 3 son similares en la producción de ondas acústicas que transfieren energía al tejido y provocan una tensión mecánica microscópica directa.
Según varios estudios preclínicos, las ondas de choque parecen mejorar la función eréctil a través de la neoangiogénesis, el reclutamiento de células progenitoras y células madre residentes, la mejora de la microcirculación, la vasodilatación con el consiguiente aumento del óxido nítrico, la disminución de la fibrosis y la regeneración nerviosa. Aunque estos hallazgos son alentadores y sugieren una naturaleza regenerativa de LiSWT, aún existen varias limitaciones con estos estudios.
La primera limitación es la heterogeneidad del generador de ondas de choque y los protocolos de tratamiento (dosis, frecuencia y ubicación) utilizados, lo que dificulta la comparación de los estudios.
Por otro lado, otra limitación de los estudios es que la disfunción eréctil que se reprodujo de forma aguda en estos estudios con animales se trató de inmediato con LiSWT, a diferencia del estado de enfermedad más crónico y complejo que se observa en situaciones clínicas de la vida real.
Es importante señalar que la terapia de ondas radiales a menudo se comercializa para la disfunción eréctil, pero la investigación clínica es limitada y, para pacientes o proveedores, la tecnología no es equivalente a LiSWT. Los generadores de ondas radiales producen ondas dispersivas lejos de la punta de la sonda. En consecuencia, estas ondas tienen baja penetración tisular (menos de 3 cm) y fuerza de impacto (0,02−0,06 mJ/ mm2). LiSWT, por otro lado, enfoca ondas de presión en un marco de tiempo más corto (<10 nanosegundos) para apuntar a puntos focales a varias profundidades de tejido (10-12 cm) y con mucha más energía (0,09-1,5 mJ/mm2). Esta marcada diferencia en la profundidad de la penetración del tejido y la energía explica los efectos regenerativos LiSWT a nivel tisular. Por lo tanto, la terapia de ondas radiales no se puede comparar con LiSWT para el manejo de la disfunción eréctil como su tecnología de ondas de choque dispares.
Sin embargo, los resultados acumulativos de los ensayos clínicos de LiSWT sugieren un grado prometedor de eficacia y son alentadores para esta tecnología. Es importante destacar que, en todos los ensayos, no hay eventos adversos documentados con varios protocolos de tratamiento LiSWT. Por lo tanto, LiSWT como mínimo, dentro de los parámetros de los estudios realizados, es seguro.
Finalmente, se debe continuar explorando la ciencia básica detrás de los mecanismos de LiSWT. La hipótesis actual consiste en una combinación de mejora de la circulación, reclutamiento y activación de células madre, regulación inmunitaria, reducción de la fibrosis y reparación nerviosa. Aunque el mecanismo real puede ser una interacción compleja de estos componentes, el trabajo adicional puede identificar objetivos más precisos que permitan un efecto restaurador mejorado.
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